BUENAS PERSONAS

Dicho se con retintín, pues no se trata aquí de hacer un alegato a favor de las buenas personas, entre las que por supuesto me incluyo.

Nuestros abuelos y también nuestros padres nos inculcaron que algunas personas son esencialmente buenas y otras esencialmente malas, llegando con el tiempo a hacer nuestros estos criterios, etiquetando a determinadas personas y relacionándonos o no con ellas conforme a la clasificación que de ellas hacíamos.

No sólo en la familia se nos inculcaron estos criterios, sino también en el colegio religioso en el que cursamos algunos nuestros estudios de bachiller, pues era un colegio de marcado espíritu católico. Entre las amistades de mi generación también predomina este pensamiento, aunque pertenezcan a otros colectivos diferentes.

Con la madurez y la perspectiva que nos dan algunos años cumplidos, nos damos cuenta que, si bien esos criterios nos fueron útiles en épocas pasadas, hoy por hoy, nos resultan obsoletos y simplones, pues la vida nos ha hecho vivir experiencias que han favorecido que formemos nuestros propios criterios en este aspecto,y éstos, nada tienen que ver con la dicotomía entre buenos y malos.

¿Qué se piensa hoy en día en relación con este tema?

Hoy en día, se piensa que algunas personas son mejores que otras, y que en la diversidad está la esencia de la sociedad. Nadie se cree esencialemente bueno ni esencialmente malo, ni consiente en que nadie se lo atribuya etiquetándole. En las personas, hay actuaciones buenas y actuaciones malas.Y esto es así en todas las personas. Y ello no te hace esencialmente bueno ni malo, te hace diferente a los demás dependiendo del tipo de decisiones que tomes. Diferente en algunos aspectos, igual en otros.

El que a sabiendas, quiere causar mal a otro, no es una mala persona, es un delincuente o tiene algún tipo de trastorno que le convierte en irracional, pues no va en la esencia de la naturaleza humana dañar a otro. Como sabemos es jurídicamente reprobable.

Dicho esto, propongo a la gente que se sienta identificada con esto, que se relacione con todo tipo de personas, mientras más diversas, mejor. Y que, desarrollando el espíritu crítico, aprendan a valorar las buenas cualidades que sean compatibles ellas mismas y aprendan a ser hábiles en esquivar sus cualiades incompatibles. Estas habilidades y tolerancia son buen bagaje para la propia madurez y enriquecimiento personal.

Ágata Piernas

12/02/2017