AMARGO VENENO.- Veneno en el ambiente. En el aire, en la piel, en la boca. Como si de serpiente venenosa con lengua bífida se tratase, quiso escupir al suelo lo que su cabeza barruntaba, si, porque inocularlo con dientes como alfileres en el torrente sanguinéo de un ser odiado, no estaba a su alcance en este momento. ¡Maldito seas puto virus! A mi ni me has rozado, pero me has mantenido sola encerrada y acorralada, sirviéndote; manteniendo mi mente ocupada en tí, por ti, para ti. Inoculándome, no tu invisible condena, sino un miedo atroz a comportarme como un ser humano. Embruteciéndome. Dudando, sospechando hasta de mi propia sombra. Perdiendo talentos, tiempos de goce y sueños. Esclavizandome a una situación creada, con turbios fines, que acabarán con la cúpula de los gestores en los Tribunales. Y tu sigues ahí, cabrón. Paseándote sin pudor ante la multitud que se piensa, ingenua, que te has ido. Mutando. Arrinconando a la raza humana, que ya no sabe como comportarse ante ti. No me gusta el papel que me otorgas, que me has otorgado. No. Es tiempo ya de poner fin al servilismo, de pasar de directrices dadas por quienes ni siquiera tienen la decencia de predicar con el ejemplo. Coincide con el verano. Es necesario que la economía se reactive, ¿verdad? Con consumo interno, con turismo nacional, extranjero y lo que se tercie. Y mientras tanto los rebrotes, nuevos focos de tensión, miedo. Clausura de edificios enteros.De negocios. Y restricciones de libertades, nuevamente. Pero ahora la pauta es vivir sin miedo pero con precauciones. Más light. No estoy dispuesta a que me coartes más. Ya te conozco. No te quiero a mi lado. No te necesito. Correré el riesgo de vivir, sin miedo a morir.

                    Ágata Piernas
                    5/7/2020

Comments

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.