Sólo me acuerdo de ella. Busco en su sabiduría ancestral, referencias que me permitan ver luz en esta oscuridad. No las encuentro. Todo es nuevo, desconocido e incierto. Su batería de refranes ad hoc se suceden, pero el certero y definitivo no fluye de los recovecos de mi memoria.
Ahora toca enfrentar la situación con ojos nuevos, encajando con argumentos propios, cómo hago con estas circunstancias, Impredecibles hace tan poco, algo de andar por casa, a pesar de mantener a raya el COVID-19. Y ahora la confusión e incredulidad general dan paso a cifras desoladoras que confirman lo onírico y surrealista de esta experiencia, en la que el mundo sigue en pie, mientras la gente muere en el anonimato, y yo estoy en casa cómodamente .
Ahí queda su recuerdo y mi sonrisa, pensando que, como ella en su tiempo, la referencia la llevo puesta en mis genes.
Ágata Piernas