DE AHORA, PARA SIEMPRE

 

Si nuestro insigne protagonista pudiese levantar la cabeza de su sede actual en el Museo Catedralicio dónde yace  en estado taxidérmico, probablemente se echaría a temblar. Y no precisamente de emoción,… o tal vez sí.

Nuestro topo, estaría temblando de miedo porque con la cercanía en el tiempo de la inauguración oficial del nuevo órgano de la Catedral de León, que va a tener lugar el día 21 de Septiembre de 2013, en el XXX Festival Internacional, se producirá un hecho que probablemente le haría mudarse de morada. Y este hecho no es otro que el no estar a gusto ni en la propia casa, pues seguramente ese día y  quizás antes, temblarán los cimientos de la  Iglesia-Catedral y con ello los cimientos de sus salas y galerías, lo que le haría posiblemente pensar en un fenómeno natural, tipo movimiento sísmico, que es lo único que sus genes reconocerían, pues incapaz de ver y oír. Lo que se asustaría y lo que se va a perder.

No se imaginaría nuestro inquilino no deseado que se ha sustituído el antigüo órgano, con varias décadas de vida, por uno de mayor envergadura, potencia y al día de cuantas novedades tecnológicas están en el mercado, para hacerle en palabras de algunos el mayor órgano de Europa en su categoría, definiéndolo algún otro entendido como el mejor, en lugar del mayor. En cualquier caso, destaca y a muy alto nivel.

Y no sólo temblarán los cimientos que harían incómoda la estancia al morador animal de nuestro Templo, sino que probablemente toda su estructura, vidrieras incluídas, temblarían también. Por las características del instrumento, fabricado en la mejor organería de Europa en Bonn, a manos y bajo la dirección del maestro Klauss, y por las propias características de acústica de la Catedral de León, de estilo gótico temprano o puro, que le confiere la circunstancia de tener una caja de resonancia, monumental pero no desproporcionada y flamígera o que permita elevar la plegaria hacia el cielo, donde se supone que están los destinatarios de sus notas. Que tampoco, porque vuelven como el eco, envolviendo el ambiente y deleitando a los presentes en tan magno evento.

Los asistentes mortales, únicamente temblaríamos de emoción, pues aunque se produzca reverberación de las notas, el sonido será tan intenso que nos embargará por completo, desplazándonos en el tiempo y probablemente en el espacio, en una vivencia musical única. No sólo por su calidad acústica, sino por el momento histórico que, tenemos que ser conscientes, vamos a vivir si conseguimos estar presentes en el evento. ¡Ya quisiera el topo!

Muchos han luchado por su consecución y todos merecen un digno reconocimiento, pero no será en este capítulo, sino en otra entrega que también protagonizará nuestro aliado animal, al que a este paso y debido a la familiaridad que ya nos suscita, terminaremos por ponerle nombre.

 

 

Ágata Piernas

DESDE SIEMPRE, PARA SIEMPRE

 

Hubo una vez una leyenda, que nos contaron tal vez nuestras abuelas, que relataba como nuestra Catedral tenía un inquilino misterioso, habitante no deseado, o quizás el guardián de su espíritu y armonía, que día tras día, vigilaba la correcta realización de la obras para la construcción de tan bello templo.

Muchos querían aniquilarle, por horadar la tierra bajo la que se asentaban los cimientos de esta magnífica iglesia-catedral, creyendo que con ello asegurarían la estabilidad de sus cimientos, construídos sobre un asentamiento romano, como la Historia y la excavaciones han venido a demostrar.

Otros al contrario, lo veían como un compañero de fatigas que arrimaba el hombro a la ardua tarea de construir un templo cuya finalización llevaría más de un siglo.

Algunos más, se me ocurre pensar en los religiosos, tal vez lo vieran como una criatura divina que estaba presente por este o aquel motivo, ininteligible en principio para la razón humana.

El caso es que el mencionado espíritu, no era tal, sino una criatura de Dios llamada TOPO, que tenía su campo de movimientos en el subsuelo de nuestro templo insignia, y que en un determinado momento, fue cazado, sin saber bien con qué artimañas, para asegurar el futuro de nuestra joya, la Pulchra Leonina, llamada así por su puro estilo gótico, traído desde Francia por los monjes de la orden de Clunny,  precursores del arte gótico continental y que en su primera época, de ahí la pureza de su estilo, les llevara a promover la construcción de este magnífico crucero.

Y como el topo fue eliminado y, creo que sus restos permanecen incorruptos en el Museo Catedralicio, ha habido que buscar algo para seguir manteniendo la atención sobre nuestro Duomo, si se me permite la expresión que la dota de internacionalidad.

Y no sólo sobre su aspecto exterior, que  una vez controlado el mal de la piedra, parece que nos va a seguir acompañando durante generaciones; tampoco porque sea el templo con una mayor superficie de cristal que de piedra en el espacio que ocupa, debido a las grandiosas vidrieras, que si bien, son más tardías, no dejan de ser otro elemento característico de su estructura y adorno, y que vistas al trasluz resultan espectaculares, sino además y sobre todo, por aportar al sentido del oído un goce que es digno de los más exquisitos tímpanos, y que debido a la novedad mundial que este año tendremos el honor de degustar e inaugurar, nos va a seguir manteniendo en el candelero, durante otros muchos años, pero esta vez con la proyección nacional e internacional que la globalización y las nuevas tecnologías, conseguirán transmitir a quién quiera saber sobre su existencia y desarrollo.

El tema para las siguientes relatos,  de los cuales éste es una mera introducción, será: El nuevo órgano de la Catedral de León y su XXX Festival Internacional a celebrar en León a partir del 21 de Septiembre de 2013, día en que tendrá lugar el concierto inaugural que consistirá en la reproducción en este entorno privilegiado, de una obra española del siglo XVI, de cuya acústica esperamos todos poder deleitarnos.

 

Ágata Piernas

 

En Madrid a 18 de Agosto de 2013